Creo, firmemente, que uno de los mayores actos de rebeldía que podemos practicar a diario, es desaprender todo cuanto

creemos que sabemos acerca de qué somos, sobre qué es el ser humano y la forma en que lo entendemos tal y como nos lo ha categorizado, conceptualizado y vendido este sistema y su entramado histórico-cultural. La amplitud de nuestra esencia es, en sÍ misma, totalmente incompatible con un sistema que no puede existir sin la homogeneización; por eso, entender en lo más profundo que no existen realmente extremos tales como cuerdos/locos, válidos/minusválidos, heterosexuales/homosexuales ni cualquier otra que se os ocurra, entender que no son inherentes al ser humano es algo fundamental para iniciar un cambio de rumbo con posibilidades. Tal vez darnos cuenta de ello nos ayudarìa a entender que para este mundo que vivimos sólo hay un auténtica dicotomía, esclavos productivos/esclavos improductivos y un único contexto, el ejercicio del poder de unos pocos, muy pocos, sobre el resto. Todo lo demás son sólo ficciones políticas sobre las que orbitamos más o menos informados y con mayor o menor buena voluntad...

Europa Prima