Nocturno lento

I
La gente lleva prisa sin percatarse

de que es la prisa la que los lleva 

con suerte a veces en ese baile

alguien corre con una sonrisa puesta

y sabes que su marcha es auténtica

y que hay una meta al final del camino

 

El resto como siempre cabizbajo

como rebuscando algo en el infierno bajo sus pies

como cenicientas desahuciadas de sus deseos

como desertores aún vestidos de soldado

que no saben que ya murieron por fuego amigo

 

Yo los miro a través de una lágrima eterna

sin ningún conjuro para ofrecerles

sin ninguna respuesta que los ayude a detenerse

detenerse y replantear la pregunta

detenerse y enfrentar la pregunta

detenerse y preguntar por la pregunta

detenerse conmigo a deshebrar la pregunta

 

II

Las calles se vacían de pasos a esta hora

y la lluvia se lleva los restos de los fantasmas

parece que siempre fue desierto este gris humo

que nunca albergó un instante de esperanza

pero mi ventana aún los refleja acusando su nada

siguen en mis retinas tal como las dañaron

con su traje y su maleta y su corbata

con sus tacones imposibles y la máscara

con su mochila y su botella de cerveza

con su hambre y toda la violencia atrasada

todos con las manos llenas de mentiras

un teléfono unas llaves una bolsa de papas fritas

algún cigarro en la mano de los que eligen su muerte

y algunas veces las manos llenas de otras manos

(son los amantes ingenuos protagónicos de la otra película dentro de esta película)

 

III

Llega el momento en el que el sueño me abandona

y ningún cigarrillo me quema lo bastante el pecho

ningún poema alcanza a describir mi ritmo

ninguna copa convence a mis huesos

de que hay otros que están aún más deshechos

me tienta la idea de un orgasmo

pero sé que es un paraíso que duele por efímero

y me siento a escribir

para contarle a nadie mi día lleno de absolutamente lo mismo

mi cansancio infinito de repetir instantes llenos de lo mismo

la impotencia voraz de ver matar y morir siempre por lo mismo

y se me enfurece la letra y me grita que me vaya

pero yo ya me fui

y del otro lado me fui también

y volví a irme cuando llegué

y en todos los lados hay otros lados

y hay esas ganas de irse de ese lado

(odio este maldito poliedro lleno de prisa y de vértices llenos de promesas)

 

IV


A estas alturas de la noche

ya me he mordido tanto los labios

que siento el beso de la soledad

con más realidad que el beso de mi amado

y empiezo a delirar con historias de otros mundos

de alguno sin lados en el que yo quepa

alguno donde la prisa no exista

o al menos

la prisa sólo sea por tener más vida

por vivir más vida

por ser más vida

Pronto amanecerá y me engullirá otra vez su prisa

por eso me recuesto en la cama muy despacio

cierro los ojos muy despacio

respiro muy despacio

y lloro una lágrima casi detenida

EUROPA PRIMA