Innombrable y circular

Se apodera de mí

con la sutileza de la gota

 

con la misma sutileza de la gota
pero con más sigilo

Sube perfectamente vertical
desde el final de mi espalda
tan cansada de finales al final

Su violencia es diamantina
implacable
y yo desconozco su nombre
la raíz de su lenguaje
y me someto porque no entiendo
aunque tampoco entiendo
la sumisión

Creo que es mi conciencia
demasiado rebelde para este cuerpo
o demasiado despierta
para la doctrina de ese cuerpo
No lo sé
tal vez es esta soledad que no afronto
porque esta vez es demasiado intensa
y yo me he vuelto demasiado pequeña
y me falta el vigor

Temo
temo casi con horror
que sea en esencia como lo creo
un antiguo presentimiento
tan viejo
que ya no puede ser sólo un recuerdo
tan profundo
que le gira en torno mi forma de estar
mi modo de ser
y el abismo al que me arrojo

Siempre ha estado ahí
desde el comienzo
tras la esquina de mi primera muerte
acaparando la luz de mis últimas manos
punzándome voraz en el pecho
cada vez que busco la perfecta frecuencia
cada que logro levantar el vuelo ajeno
cada intento de fuga
Está al fondo del abismo de mi silencio
en la palabra que aborto
en el verso que omito
en cada uno de los pasos que no doy

Temo incluso
que alguien lea este poema
y logre antes que yo
encontrar una respuesta
darle a esto un nombre
tal vez también un apellido
y logre entender su perfección
que halle su fórmula
y que luego venga sapientísimo
a llenarme con la miseria
de su lógica resuelta…

Temo
que alcance la última esperanza
y me embarre la utopía del cordero
que me amortaje el corazón
con la saliva pútrida de la niña muerta
y entonces
pierda toda luz en ese instante
que se me vuelvan piedras las manos
y los pájaros de mis ojos no vuelvan
que se me ensucien de carmín los labios
y el dolor se vuelva efecto y no causa
Entonces moriré
moriré sin remedio
moriré si intoxica mi poción
si llega hasta el estante
si me agita el aceite
si enajena mis zapatos
si me acorta la falda
si me afloja la blusa
si me peina
si me perfuma
si me roba el trisquel

Es tanto el temor
que me escondo en mil batallas sin sentido
en luchas anónimas que se agotan en sí mismas
en guerras perdidas de dudoso enemigo
o me afano en pegar
sueldo y reconstruyo hasta el paroxismo
mintiendo una verdad muy retorcida
mientras retuerzo una mentira llena de verdad

Llevo como puedo esta cíclica manía
de temer
de resistir
de sobrevivir a su fatal impulso
pero de tanto en tanto
se apodera de mí
la realidad

con la sutileza de la gota...